El público estalla en una gran ovación cuando una joven estrella de fútbol de Costa de Marfil marca un gol...
El jugador da varias vueltas para celebrarlo y choca los cinco con Didier Drogba, nombrado dos veces Futbolista Africano del Año y estrella de la selección nacional de Costa de Marfil, además de jugar en equipos de otros grandes clubes, como el Marsella y el Chelsea.
Pero aquí no se juega la final de la Copa Africana de Naciones, disputada ante miles de espectadores. Solo son unos pases de pelota en un campo de tierra, en un pequeño pueblo de Costa de Marfil, el mayor productor de cacao del mundo.
Y quien marca el gol es un niño, que juega mano a mano con su compatriota e ídolo. Todo un sueño.
Didier Drogba visita hoy este pueblo de Costa de Marfil para enviar un enérgico mensaje sobre la importancia de la educación, la sostenibilidad y el deporte en el país.
El mensaje resuena en el aula de este colegio recién construido, donde muestra, ante el entusiasmo de los niños, un balón especial que, como él mismo explica, almacenará energía cinética cada vez que jueguen a fútbol juntos.
La conexión entre el deporte y la educación
"Este balón es mágico, ¿sabéis?", les explica demostrando cómo, una vez cargado, el balón se puede utilizar para encender una lámpara. Los niños pueden usarlo por las noches para hacer los deberes.
La educación es un derecho humano fundamental, un derecho que se da por supuesto en los países desarrollados. Pero en Costa de Marfil es un sueño para muchos, especialmente después de la destrucción de miles de escuelas durante el reciente conflicto civil.
Estos niños son relativamente afortunados, puesto que otros muchos carecen de alternativas reales al trabajo en los cultivos de sus familias. Incluso cuando hay escuelas locales, la pobreza rural obliga a algunos padres a preferir que sus hijos trabajen.
Según un reciente estudio de la Universidad de Tulane, actualmente hay 1,2 millones de niños trabajando en la producción de cacao en Costa de Marfil.
A estos niños se les está negando su derecho a la educación y carecen de tiempo libre e incluso de energía para jugar a deportes de equipo, como el fútbol, que son también vitales para su desarrollo físico y mental.
Mejora de las condiciones sociales
Didier Drogba creó la fundación que lleva su nombre para ayudar a los marfileños más vulnerables en el campo de la educación y se ha asociado con Nestlé para promover este objetivo, que comparte con la empresa.
El responsable del Nestlé Cocoa Plan, Darrell High, explica que la empresa construirá una nueva escuela de primaria gestionada por el estado para la Fundación en Gagnoa, la región natal de Drogba.
Esta colaboración coincide con el anuncio de que Kit Kat acaba de convertirse en la primera marca global de chocolates de todo el mundo que se fabrica al 100 % con cacao sostenible procedente del Nestlé Cocoa Plan.
Gracias a este plan se consigue, por un lado, que las explotaciones de los agricultores sean rentables y, por otro, que la empresa obtenga un cacao sostenible y de buena calidad para sus productos. Y, lo que es más importante, también mejora las condiciones sociales de las comunidades rurales.
Nestlé muestra una actitud de tolerancia cero hacia el trabajo infantil en su cadena de suministro y ya ha construido 42 escuelas de gestión estatal con miles de plazas para niños y jóvenes con la intención de abordar este problema.
Pero no basta solo con tener aulas. Nestlé construye además viviendas para empleados con la finalidad de atraer a profesores de calidad hacia las comunidades rurales, lo que, a su vez, anima a los padres a enviar a sus hijos al colegio. También construye aseos separados para niños y niñas, una condición fundamental para atraer y retener a las niñas, y comedores.
Construir escuelas funciona
Nick Weatherill, director ejecutivo de International Cocoa Initiative, una organización que fomenta la protección infantil en las comunidades productoras de cacao, insiste en que las escuelas bien construidas ayudan en la lucha contra el trabajo infantil.
"Si en una comunidad no hay escuela, realmente no existe una alternativa para los niños. Difícilmente consentirán sus padres que se queden en casa sin hacer nada. Las probabilidades de que los envíen a trabajar al campo son, por tanto, más altas. Por ello, construir una escuela es una parte esencial de la respuesta."
"Cuando esa escuela ofrece una educación de calidad y es gratuita, es raro encontrar a un agricultor que no quiera enviar a su hijo. Dicho esto, no basta con los ladrillos y el cemento."
Weatherill advierte que si los agricultores no se pueden permitir contratar a trabajadores adultos para sustituir a sus hijos, pueden mostrarse reticentes a enviarlos al colegio. Por eso, también es de vital importancia abordar el problema de la pobreza rural.
Ayuda para que los niños asistan al colegio
Nestlé afronta este problema mediante un sistema de supervisión único en el sector del cacao que consiste en contratar a mediadores de las comunidades locales para identificar a los niños vulnerables que están trabajando o en riesgo de trabajar.
Una vez localizados estos niños, se les proporciona ayuda para asistir al colegio. A veces, solo les falta el certificado de nacimiento o el uniforme que necesitan para ir a clase. En casos más graves, se puede ayudar a sus padres para que encuentren nuevas fuentes de ingresos y cubran los gastos del colegio.
"No pretendemos decir que hayamos resuelto el problema del trabajo infantil. Pero, al ayudar a los agricultores de Costa de Marfil a garantizar la rentabilidad y sostenibilidad de la producción de cacao y con la introducción de medidas específicas para ayudar a los niños a asistir al colegio y desarrollar su potencial, estamos haciendo un gran esfuerzo por cambiar las cosas", afirma High.
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