- El 42% de los organizadores se encarga de las comidas navideñas sin ayuda. De éstos, un 37% son hombres y un 44%, mujeres
- 1 de 4 anfitriones asume que va a comer peor que el resto de los invitados, mientras que el 22% afirma que normalmente se pierde el aperitivo o le quedan sólo las sobras
- Nestlé ha sentado a la mesa a los familiares de cuatro anfitriones para que conozcan en primera persona cómo viven las comidas navideñas, toda una experiencia a la que ha llamado #LaCenaQueNoVes
Esplugues de Llobregat, 15 de diciembre de 2016. Llegan las fiestas navideñas y con ellas el momento de reunir a la familia alrededor de la mesa para celebrar estas fechas señaladas. Para conocer mejor cómo viven esas comidas los anfitriones, Nestlé ha realizado un estudio[1] cuyos resultados aportan datos que dejan constancia de que, como probablemente intuíamos, no todos los comensales disfrutan de esas celebraciones de igual manera.
Para rendir homenaje a esos anfitriones que no viven la misma celebración que sus invitados, Nestlé ha sentado a la mesa a sus familiares para que experimenten en primera persona cómo disfrutan de la cena o comida de navidad los organizadores. El resultado, una emotiva experiencia, a la que se ha denominado #LaCenaQueNoVes, cuyo mensaje es «Estas Navidades, acuérdate de quien cocina».
Se acercan las fiestas
En un 42% de las ocasiones, las comidas o cenas son organizadas de forma individual y sin ningún tipo de ayuda, según un estudio de comportamientos centrado en las celebraciones navideñas realizado por Nestlé. De este porcentaje, un 37% corresponde a hombres, mientras que un 44% son mujeres.
La preparación de las fiestas navideñas no empieza con mucha antelación. La mayoría de los organizadores, un 38%, planifica el menú sólo una semana antes. Por su parte, el 33% de los anfitriones decide a principios de diciembre el menú que preparará, mientras que sólo un 15% prefiere planear su menú con 1 ó 2 meses de antelación.
Casi la mitad de los encuestados prueba a cocinar los platos elegidos de forma previa para «evitar sorpresas», mientras que un 37% innova con un plato que prepara por vez primera en la fecha señalada. Por el contrario, y principalmente los mayores de 65 años, acostumbran a elaborar recetas que ya cocinan habitualmente. 2 de cada 3 preparan más comida de la cuenta «para que no falte».
En torno a la mesa
En 1 de cada 3 familias, cada comensal cuenta con un sitio predeterminado que suele ocupar en cada celebración navideña. El 29% de los organizadores se asigna el asiento menos confortable. Este porcentaje se incrementa hasta el 39% en los casos en que el anfitrión es un hombre. Además, 1 de cada 3 mujeres que organiza el encuentro familiar no tiene tiempo de arreglarse y se siente «un poco Cenicienta».
Una vez iniciado el ágape familiar, un 29% de los organizadores admite que, si había recibido ayuda de forma previa de su pareja o hijos, éstos dejan de colaborar en el momento en que llegan los invitados, encontrándose solo en el desarrollo de la comida o cena. Un 21% admite que, en más de una ocasión, ha tenido que fregar platos en mitad de la comida por falta de vajilla.
También 1 de 4 asume que, por su papel de anfitrión, va a comer peor que el resto de los invitados, mientras que el 22% afirma que normalmente se pierde el aperitivo o le quedan sólo las sobras o lo que menos le gusta; el 26% considera que se come los platos más fríos de lo que le gustaría.
Reconocimiento de los invitados
8 de cada 10 organizadores se sienten ilusionados ante la organización de la comida o cena navideña. Sin embargo, 1 de cada 10 anfitriones reconoce que considera «una obligación» lo que antes realizaba con ganas. El 66% de los organizadores cree que sólo quienes se encargan del desarrollo de los encuentros familiares son conscientes del trabajo que conlleva. Por último, a 1 de cada 4 organizadores reconoce que sus invitados no le felicitan e incluso un 6% de ellos dice recibir críticas negativas.
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